Hola, si eres nuevo en el mundo jabonero no intentes modificar ninguna receta de jabón hasta no haber leído este post.
Por lo general cuando uno empieza en el mundo del jabón lo más práctico es buscar alguna receta en línea para practicarla. Sin embargo, la gran mayoría de las veces no se logran encontrar todos los aceites que pide la receta o deseamos hacer cantidades diferentes.
Es entonces cuando creemos que fácilmente podemos cambiar un aceite por otro y que no pasara nada. Pero, ¡sorpresa! La realidad es que nuestra mezcla no llega hacer nada parecido a un jabón.
Lo comento por experiencia, al inicio no entendía bien qué era la saponificación, como funcionaba en los jabones, el porqué de la importancia del tipo de aceites y de la temperatura. Veía las recetas que mostraban y aunque muchas veces las seguía al pie de la letra, no lograba obtener los resultados deseados. Todo era demasiado abrumador.
Conociendo las calculadoras de saponificación
Después de varios intentos fallidos, comprendí que realizar jabones no es igual a cocinar, necesitas entender los procesos químicos realmente. Y es ahí donde entra la ayuda de las calculadoras de saponificación.
La saponificación es un proceso químico entre grasas, aceites o mantecas y un ácido. Por lo general se usa la sosa cáustica para realizar este proceso. Como todo proceso químico necesita de parámetros bien delimitados para poder tener una reacción.
Aquí no aplica la frase Mexicana que lo mismo es chana, que Juana o su hermana. Ya que cada aceite o manteca tiene propiedades y características diferentes y reaccionan de manera diferente con el ácido elegido.
La pregunta del millón podría ser, ¿Cómo saber el comportamiento de cada aceite con la sosa?. Es entonces cuando aparece nuestra calculadora de saponificación. Ciertamente tenemos que conocer las características de cada aceite, mínimo a grandes rasgos para usarla.
La calculadora de saponificación nos sirve para calcular los resultados del jabón con los elementos ingresados.
Es decir que si tienes una receta de jabón dónde están usando aceite de coco y aceite de palma. Pero tu no deseas usar el aceite de palma , vas a la calculadora ingresas los ingredientes de tu jabón, agregas el nuevo aceite que deseas usar y analizas los valores para identificar si con la modificación realizada seguirás obteniendo un jabón funcional.
Cuando ya llevas un poco más en este asunto te sirve para analizar si las recetas presentadas en diversos blogs o canales de youtube son confiables. Para realizar tus formulaciones, para identificar el sobreengrasado de un jabón y muchísimas cosas más.
Los usos y aplicaciones varían pero en pocas palabras una calculadora de saponificación nos muestra el jabón que obtendremos con los aceites escogidos y la cantidad de sosa utilizada.
Valores de la calculadora de saponificación
Ahora que vamos explicando un poco el uso de las calculadoras veamos la parte importante, y es interpretar los valores arrojados. De otra forma solo verás una serie de números y porcentajes y no comprenderás si tu jabón va por buen camino o terminará en desastre total.
Sobreengrasado.
El sobreengrasado hace referencia a una parte de aceite que no entra en el proceso de saponificación y queda libre para aportar acondicionado en el jabón. Si realizamos una fórmula con un sobreengrasado cero el jabón no tendrá aceites libres que aporten suavidad a la piel. Tendremos un jabón muy similar al que se usa en lavandería. Los aceites sin reaccionar ayudarán a acondicionar la piel y evitarán que se seque demasiado cuando uses el jabón.
Concentración.
Este parámetro hace referencia a la concentración de lejía o sosa cáustica usada en el jabón. Por naturaleza los jabones tienen un ph bastante elevado el cual está entre 9 y 8 , si al formular tus jabones agregas demasiada sosa cáustica, el resultado será un jabón que irritará la piel. Los jabones que se usan para lavandería suelen tener altas concentraciones de sosa cáustica a diferencia de los jabones corporales los cuales siempre tienen concentraciones más bajas. De esta forma al usarlo no serán agresivos con nuestra piel.
Tipos de lejía.
Como escribí al principio, para realizar un jabón se necesita de aceites o grasas y un ácido. Comúnmente se usa sosa cáustica, sin embargo no es el único ácido usado para fabricar jabones. Las calculadoras de saponificación nos permiten elegir por lo general entre dos opciones: NaOH Y KOH. La primera se refiere al hidróxido de sodio (sosa caustica), la cual es muy usada para realizar jabones en barra.
Y la segunda el KOH, hidróxido de potasio conocida como potasa, la cual se usa para realizar jabones líquidos.
Por lo general se usa uno u otro aunque de igual forma se pueden combinar, y de esta forma realizar jabones para afeitar o jabones en crema.
Al momento de formular recuerda marcar correctamente el ácido con el cual se está trabajando.
Unidades de peso.
Las calculadoras de saponificación nos dan opción a elegir la unidad de medida que más nos convenga o con la cual estamos familiarizados. Las unidades pueden ser onzas o gramos.
Cantidad de agua
Otro valor importante que veremos en la calculadora de saponificación es la cantidad de agua. Este valor nos permite determinar la dureza de nuestra barra de jabón.
La mayoría de las recetas manejan un 38% de agua, aunque algunos jaboneros consideran que esta cantidad es un poco excesiva por lo cual ajustan los valores de agua reduciendo la. Esta reducción de agua en el mundo jabonero se conoce como “descuento de agua”. Lo recomendable es usar de un 33% a 38%. Si estás empezando usa los valores de agua recomendados por las calculadoras de saponificación.
Ingredientes
En esta sección es donde agregaremos los diferentes tipos de aceites que usaremos junto con las cantidades de cada uno. Así como la cantidad de aditivos que estamos usando en nuestra fórmula. Al terminar de agregar todos los ingredientes y haber ajustado los parámetros anteriores, la calculadora de saponificación nos arrojará un pronóstico para nuestro jabón .
Rangos
Una vez que hemos ingresado todos los ingredientes, cantidades, tipo de lejía, etc. La calculadora de saponificación nos mostrará una serie de rangos , a través de los cuales identificamos el pronóstico de nuestro jabón, es decir sabremos si hará espuma, su grado de acondicionamiento, el tiempo que tarda en curarse, etc.
Las calculadoras de saponificación marcan casi siempre los rangos por colores, de esta forma es fácil identificar un jabón si nuestro jabón está dentro del rango.
¿Qué hacer si aparezco fuera de rango?
No debemos olvidar que las calculadoras son simples guías, aunque estar dentro del rango casi siempre es la regla para obtener un jabón. Hay algunas excepciones como el jabón de castilla o las bases de glicerina las cuales si son ingresadas en las calculadoras te mandará valores fuera de rango.
Cuando empecé a realizar jabones cuidaba mucho estar dentro de los pronósticos aceptables, tenía miedo de que si algún valor quedará fuera de los parámetros mi jabón no se formará correctamente. Y fue justamente elaborando jabones a base de glicerina que aprendí que en el caso de algunos jabones, a pesar de no aparecer con un pronóstico adecuado, los jabones son correctos.
En el caso de los jabones base de glicerina en algunas formulaciones su acondicionado es demasiado bajo sin embargo esto se compensa, debido a que es común agregarle a estas bases algún tipo de aceite. Algo similar sucede con los jabones puros de castilla, a pesar que la calidad del jabón aparece como incorrecta en los parámetros de la calculadora de saponificación, muchas personas disfrutan este jabón. A pesar de su bajo nivel de limpieza y espuma.
Al momento de hacer tu jabón es importante considerar estos parámetros, pero de igual forma conforme vayas ganando experiencia, podrás ir jugando un poco con estos.
Aprendiendo más sobre los aceites
Como hemos estado mencionando en el mundo del jabón los aceites que usamos en la preparación del mismo son de suma importancia, y determinan las propiedades del jabón. Por lo tanto no debemos cambiar los aceites o grasas al azar.
Diferencias entre aceites sólidos y líquidos
Aunque todos son aceites tienen diferentes propiedades, dentro de los aceites o grasas sólidas encontramos el aceite de coco, las mantecas animales y vegetales, el aceite de palma. Al usar estos aceites dentro de nuestro jabón obtendremos barras más duras. Otra de sus características es que ofrecen abundante espuma y tienen un alto grado de poder de limpieza.
Los aceites líquidos nos brinda una barra más suave de jabón, estos son bajos en espuma y limpieza. Por esta razón no es recomendable hacer jabones con aceites líquidos como único ingrediente. Otro de los problemas de realizar jabones con aceites líquidos como único ingrediente es la rapidez que tienen para quedar rancios o para desarrollar manchas color marrón o naranjas.
Por esta razón es conveniente mezclar aceites líquidos y sólidos. De esta manera obtendremos un jabón equilibrado.
El aceite de oliva una excepción a la regla
Como mencione no es recomendable realizar jabones exclusivamente con aceites líquidos, pero esta regla no aplica para el aceite de oliva. Con el aceite de oliva podemos obtener barras sólidas. Los jabones hechos solamente con aceite de oliva son conocidos como jabones de castilla.
Los jabones de castilla a pesar de ser jabones sólidos suelen ser demasiado resbalosos y carecen de espuma. Además su poder de limpieza es bastante bajo. Estos jabones son muy usados por personas con piel sensible.
Aceites líquidos y sólidos para jabones líquidos
En los jabones líquidos el tipo de aceite usado no representa un cambio significativo, es decir que se pueden usar tanto aceites sólidos como líquidos sin que se afecte el resultado del jabón.
Evita sustituir los aceites
Si estás empezando a descubrir el mundo de los jabones, evita sustituir aceites. Simplemente porque, como he descrito anteriormente. Cada aceite aporta diferentes propiedades a los jabones (pueden ser más espumosos, más duros, más cremosos, etc.), ocupan más o menos lejía para saponificar.
Entonces cómo producen efectos diferentes no se pueden sustituir a la ligera, uno de los problemas más comunes al momento de sustituir una receta suele ser que el jabón no endurece, o que la traza no se forma.
Cuando empecé en este mundo cambie una receta que tenía aceite de Ricino por aceite de maíz, evidentemente el jabón no saponifico, me decepcioné hice más alteraciones agregue manteca de Karité y tampoco resultó. Fue decepcionante en su momento.
Se que muchas veces vemos videos y pareciera que hacer jabón es una cuestión muy fácil, sin embargo en la práctica es necesario tener cierto conocimiento para no caer en ciertos errores clásicos.
Uno de ellos es precisamente cambiar los aceites sin tener idea de las propiedades que aportan. Aprende sobre los aceites, los valores que aportan y cómo actúan los diferentes ingredientes en los jabones. Ese es otro detalle importante. que veremos en el próximo post.
Cómo sustituir con aceites similares
Para sustituir un aceite por otro, primero estudia las propiedades del aceite que deseas sustituir y que aceites aportan valores similares, puedes comprobar en la calculadora de saponificación las variaciones que ha tenido tu jabón.
De esta manera a través del pronóstico de la calculadora sabrás si está en el rango .
Si es una pequeña porción de aceite que se sustituirá puede pasar casi imperceptible en el jabón. Existen aceites fáciles de sustituir.
Espero que toda esta información sea de utilidad, en resumen las calculadoras nos dan pronósticos del jabón que obtendremos, son bastante fáciles de usar, solo es cuestión de práctica, de igual forma recuerda que tanto los aceites como los aditivos afectan las propiedades del jabón. Si tienes dudas o comentarios me las pueden hacer llegar y con gusto las respondo. Hacer jabones es un arte maravilloso.